“NUESTRA MISIÓN”

Para ser una persona completa y sana, el cuerpo y el alma deben trabajar en armonía. No necesitamos elegir entre uno y otro, indulgencia o abstinencia; podemos y debemos fundir cuerpo y alma. Y esto significa unir el cuerpo y el alma para cumplir la misión para la que todos fuimos puestos en la Tierra: para vivir una vida significativa, productiva y virtuosa haciendo de este mundo físico un hogar cómodo para la espiritualidad y la Divinidad. Cada uno de nosotros cumple esta misión usando sus capacidades y talentos únicos, ya sea como maestro o como padre, como comerciante o como científico. Todos debemos tomar conciencia de nuestra misión, y hacerla realidad conduciendo nuestras vidas, cada minuto, cada día, cada año, de acuerdo con las leyes de Di-s. Hacia una Vida Plena de Sentido. Rabí Menajem Mendel Schneerson. Cuando Di-s creó el mundo y lo llenó, no lo hizo de una sola clase de árboles, sino que creó distintas clases de árboles: cerezos, naranjos, limoneros, almendros, etc, como también árboles con distinta clase de madera: cedro, algarrobo, álamo, pino, etc.; no hizo una sola clase de flores, sino que hay muchísimas flores con distintos aromas, colores, formas. No creó solo una especie animal, sino que hizo mamíferos, reptiles, anfibios, peces, aves, etc.; ente ellos están los domésticos y los salvajes. Cuando creó al hombre no lo hizo en serie, sino que cada uno de los ocho mil millones de seres humanos, que hay en la actualidad en el planeta, los hizo diferentes: distintas huellas digitales, distintas características físicas, distintas características de personalidad, carácter, etc. Cuando terminó la creación vio todo lo que había hecho, y resulta que era bueno. Bereshit (Génesis)1:31. Como podemos ver Di-s no se equivocó en nada de lo que creó. ¿Por qué entonces no nos conformamos con lo que Él nos ha dado, tanto en lo material como en las capacidades, habilidades, etc.? Siempre estamos anhelando lo que el otro tiene, si yo tengo ojos marrones y el otro ojos verdes o celestes, yo deseo tener su color de ojos; si el otro tiene inteligencia para las cosas manuales y el arte, yo, aunque poseo inteligencia para las cosas intelectuales, estoy lamentando no tener las capacidades artísticas, etc. Esto tiene mucho que ver con la falta de emunáh (fe completa) y de agradecimiento. Si entendiéramos que todo proviene del Eterno y que todo es para nuestro bien; si llegáramos a comprender que el Creador nos ha dado a cada uno lo que necesitamos

para completar un todo y poder servirlo, rectificar nuestra alma, y traer la redención al mundo, entonces aprovecharíamos nuestras capacidades para llegar a cumplir la misión para la que hemos venido al mundo y seríamos una bendición para todo el planeta. Nuestro nacimiento no fue un accidente; Di-s elige a cada uno de nosotros para cumplir una misión específica en el mundo. Cada persona importa y es irremplazable. Muchas personas parecen sentir que porque ellas no tienen cierta capacidad no son valoradas por los otros, ni si quiera por Di-s. Nada más alejado de la realidad. Di-s ha invertido Su voluntad y Su energía para crearnos y nos ha provisto del potencial necesario para llevar a cabo la misión que nos ha encomendado: transformar nuestro mundo material en un vehículo de expresión espiritual y divinidad. Una persona no está plenamente viva si no está sintonizada con la finalidad superior de su alma si no concreta su misión; y la forma de lograrlo es a través del desarrollo de sus capacidades, que son las herramientas que Di-s nos ha dado, para llegar a cumplir el objetivo principal de nuestra existencia.