En este mes se leen cuatro porciones de la Biblia que hablan de las leyes de pureza, nos habla de las cosas que nos causan el no ser aptos para la convivencia con nuestro prójimo, acciones que nos causan la separación de la sociedad. En particular hay dos temas que despiertan más mi interés y que tienen que ver con la misma parte de nuestro cuerpo, la boca.
Uno de estos temas es la lepra, que es originada por el mal hablar (los chismes, el avergonzar al prójimo, las groserías, etc.) y el otro es el comer animales que no son aptos para su consumo, que aunque no es una ley para nosotros, las personas de las naciones, también nos trae una gran enseñanza. Lo que aprendo de estas porciones es que hay que cuidar lo que entra tanto como lo que sale de nuestra boca, porque si no se cuida lo que se come, por ejemplo, comer exceso de grasa, que se tome mucho refresco y no se tome agua, se coman muchas golosinas, por mencionar algunos, pueden surgir problemas de salud y por otro lado, si no cuidamos lo que se dice como decir mentiras, hacer chismorreo, maldecir o decir groserías, pueden surgir problemas con nuestro prójimo.
Al leer estas porciones y hacer reflexión me dí cuenta que el dicho “uno es lo que come” tiene mucho de cierto y también uno es lo que dice. Los invito a que reflexionemos y hagamos conciencia cada vez que queramos dar opinión sobre algo o alguien, si bien es importante cuidar lo que comemos es más importante cuidar lo que decimos aunque sea verdad lo que queremos decir, de repente no pensamos en los alcances de nuestras palabras.
Le agradezco a Él Eterno, Bendito es Él, que me permite continuar aprendiendo de su palabra y poder compartirlo con ustedes, también les agradezco a ustedes por seguir leyendo nuestra revista. Que nuestro Padre Celestial los colme de todo lo bueno y lo mejor.
Comments