Di-s formó al humano del polvo de la tierra e insufló en sus narices un alma de vida.Génesis 2:7
Cuanto más lo pienso, más me resulta inverosímil la posibilidad de que el ser humano, no cuente con libertad de elección, en este sentido, la Torá nos habla de la libertad que el ser humano tiene para decidir sus acciones, ya sean virtuosas o no, buenas o no tan buenas, la historia está llena de ejemplos sobre culturas, aun las primitivas que contaban con un sencillo código de conducta, dentro de sus grupos sociales. Hoy en día hay quienes postulan, que esta libertad es solo una ilusión, pues no hay cosa más falsa que la libertad de elección, pues somos solo el resultado de nuestro entorno material, es decir, la zona geográfica en la que nacimos, la familia de la que venimos, los valores sociales de nuestra cultura, la capacidad económica, la educación que recibimos y el sentido que la sociedad nos impone como cuestiones irreductibles, por tanto, nuestras elecciones siempre estarán sujetas a estas condicionantes, sin remedio o cambio, pues aun las mejoras que logramos, son solo por las circunstancias materiales que nos rodean. Por otra parte, la Torá, nos enseña que, aun cuando lo anterior es verdad, tenemos dentro de nosotros la fuerza suficiente para cambiar nuestra realidad, que si bien, las circunstancias materiales ya fueron determinadas y es difícil remontarlas, el hombre puede de alguna forma cambiar y mejorar todo aquello que nos rodea. Pero ¿qué tiene que ver lo anterior con el código de conducta, que surge naturalmente del ser humano? Pienso que es la evidencia, de que existe en el ser humano, un alma viviente que tiene la capacidad de transformar su entorno, pues, aun cuando, la parte menos evolucionada del ser humano existía, tenía límites claros en lo mínimo requerido para sobrevivir, existir y mejorar. La elección, fue del ser humano, bien podía el más fuerte, impedir la subsistencia del débil, o no respetar la vida de su compañero del grupo social, o aniquilarse entre grupos sociales de tal suerte que los seres humanos no existirían, en algún punto decidieron que era mejor para la sobrevivencia el establecer normas que garantizaran la cohesión social, esta, sería la más humana explicación de la búsqueda de códigos de conducta, moral y ética que se ha desarrollado hasta nuestros días. Pero la explicación que nos trae la Torá, es que Hashem, otorgó una conexión entre Su existencia y la existencia del ser humano, lo que lo dotó con la capacidad de responder a estas conclusiones lógicas de supervivencia, es decir, junto con esa alma viviente, le dio instrucciones que garantizaran su propia
supervivencia. Estas normas son: 1) Reconocer que solo existe Un ser superior que determino la existencia y ninguna otra fuerza se puede oponer a ÉL. No hacer Idolatría. 2) Honrar a Esta existencia con nuestras acciones, palabras y pensamientos. No Blasfemar. 3) Respetar la vida y todo lo que permite su desarrollo. No Asesinar. 4) Respetar las propiedades de otros. No Robar. 5) No degradarnos al nivel de animales. No tener relaciones indecorosas. 6) Respetar a la creación y sus criaturas, sin causar sufrimiento innecesario. No comer parte de un animal vivo. 7) Tener personas inteligentes, entendidas y sabias que distingan entre lo adecuado e incorrecto. Formar tribunales de Justicia. Todos estos principios, ayudan al ser humano para alejarse de su parte material y animal; creando un ser que puede mejorar y elevar su forma de vida, sociedad y en consecuencia mantener la creación en la forma y calidad planeada por ÉL, quien determino la existencia. Tenemos pues frente a nosotros, dos opciones, pensar que solo somos el resultado de probabilidad y circunstancias que nos permiten existir. O, pensar que existe un Ser que determino la existencia dotándonos de una conexión que nos permite ser mejores a causa del alma viviente que nos otorgó. ¿Cuál sería tu conclusión?
댓글