CÓMO COMIENZO Y CÓMO TERMINÓ

En estos meses pasamos por una temporada de reflexión y perspectiva para nuestra vida, ya que tuvimos tres de las fiestas más importantes: Rosh Hashana (año nuevo), Yom Kipur (día del perdón) y Sukot (fiesta de las cabañas), fiestas en las que pasamos por mucha plegaria, tiempo de reflexión y pedir perdón, ya que sabemos que es en este tiempo cuando Dios mide nuestros resultados y decreta lo que nos tocará en el año que comienza. También terminamos la lectura de la Torá y volvemos a comenzar. En mi caso medito en dos preguntas: ¿cómo terminó? y ¿cómo comienzo?.

Es difícil poder responder estas preguntas, ya que para esto necesitamos ser honestos con nosotros mismos y, a veces, sin darnos cuenta, somos nosotros mismos quienes más nos fallamos. Cuando una persona nace, todo mundo lo ve como algo bonito; como alguien que puede ser algo bueno, cómo una persona que puede ser exitosa y todos se maravillan con ese bebé, pero ocurre que, en el transcurso de la vida, las personas empiezan a tomar otras opiniones diferentes y cuando la persona fallece otras. Aquí es donde me surge otra pregunta: ¿qué es más importante: cómo empiezo o cómo terminó? Aunque tal vez muchos digan que lo más importante es mantenerse, pero esto realmente es muy difícil, ya que a veces la sacudidas de la vida qué te paralizan o te hacen tomar decisiones sin estar al 100% concentrado consciente de lo que haces. 

Esta vez aprendí que lo más importante es encontrar una buena guía; una guía honesta que te haga ir por un buen camino y qué mejor guía que la instrucción de Dios y una persona que sepa de esa instrucción para que en base a esto puedas caminar hacia un buen sendero y, si tienes la oportunidad, de ser luz para el sendero de otra persona.

 Amigos: no es malo equivocarse, ya que no somos perfectos. Es malo equivocarse y seguir equivocándose. Aprendamos y sigamos aprendiendo mientras caminamos por el sendero del bien y aprovechemos de todas las bendiciones que Dios nos da, así como bendijo a Su pueblo mientras ellos caminaban hacia la tierra que Dios les prometió y seremos bendecidos para entrar en ella.