Durante este mes del calendario hebreo, Tamuz, el pueblo de Israel recuerda varios acontecimientos tristes que sucedieron en el pasado, como la destrucción de las primeras tablas de Torah, se abrió una brecha en las murallas de Jerusalém, el general romano Apostomus quema un rollo de Torah y otros eventos. En memoria de estos acontecimientos ayunan el 17 de este mes, pero nosotros los hijos de Noé ¿qué podemos aprender de esto?.
Si hacemos un análisis de por qué se dieron estos acontecimientos, vemos que, estos hechos como también la destrucción de los dos templos de Jerusalém, se suscitaron por odio gratuito y el alejamiento del pueblo hacia la Torah, o sea, se alejaron de Dios. Entonces aprendemos qué nuestras acciones pueden llegar a destruirnos y hasta puede llegar a destruir pueblos (Dios nos libre) y es por eso que tenemos que tener mucho cuidado con cómo nos comportamos.
Los noájidas tenemos que tener un especial cuidado de no permearnos con las actitudes que hoy en día adoptan algunas sociedades, ya que estas suelen ser destructivas y estamos muy cercanos a estas sociedades porque vivimos entre ellos.
La palabra “destruir” significa; “Deshacer o reducir a trozos pequeños una cosa material” y también “inutilizar o hacer desaparecer una cosa inmaterial” y si nos vamos al significado de la palabra “matar” es; “destruir una cosa inmaterial” y también “quitar la vida a un ser vivo” y la palabra “asesinar” significa; “matar a una persona con premeditación o circunstancia agravante”
Aquí es donde entra el precepto de “Prohibición de asesinato”. Muchos cuando escuchamos este precepto, lo ligamos a quitar la vida a alguien (Dios nos libre) físicamente, pero si notamos que la palabra asesinar está ligada a la palabra matar y esta a su vez a la palabra destruir, podemos entender que si nuestras acciones o palabras llegan a destruir las emociones, los negocios, los sueños, las relaciones, etcétera de nuestro prójimo, lo que estamos haciendo es asesinar a nuestro prójimo y entonces caemos en transgresión de este precepto y a nosotros mismos por la ley de medida por medida.
Él Eterno, Bendito es Él, dijo “Ama a tu prójimo prójimo como a ti mismo”. Rab Akiva dijo “Es amado el hombre creado a imagen de Dios”, entonces las naciones tenemos que esforzarnos por construir buenos núcleos familiares para poder construir buenos núcleos sociales y solo así podremos avanzar a la siguiente era, la era del Mesías (que sea pronto y en nuestros días).
Amigos, les deseo que siempre estén llenos de todo lo bueno y lo mejor.
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