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Foto del escritorNOTI NOAJ

CUANDO LA TRADICIÓN SE ENCUENTRA CON LA ACADEMIA.


Para quienes han estudiado Historia a partir de fuentes seculares, y están familiarizados además con la cronología bíblico-rabínica, se hace evidente la existencia de discrepancias entre ambas. Las más notables tienen relación con aspectos como la duración e inicio del imperio persa. Así, según las fuentes históricas seculares (historiadores griegos principalmente), dicho imperio inició 164 años antes de lo establecido en el Seder Olam Rabá (“Gran Orden del Mundo”), fuente rabínica del siglo II EC, que toma como base la cronología del libro de Daniel para delimitar ese periodo histórico y limita su duración a unas cuantas décadas. Cuando existen este tipo de divergencias, pueden adoptarse diversas posturas: Aceptar la cronología rabínica / bíblica y rechazar de manera tajante y defensiva la secular por oponerse al Tanaj y los Sabios de bendita memoria ( Maharal de Praga o Saadia Gaón). Aceptar la cronología secular y confinar la rabínica a lo mítico, como sucede en algunos círculos académicos. Intentar conciliar ambas cronologías. Contextualizar la cronología rabínica en su contexto histórico, sin tomarla como una referencia definitiva y aceptar la evidencia secular para clarificar la historia universal (Rabino Azariá Dei Rossi). Desde un punto de vista ético y crítico, ¿cómo podemos abordar este desacuerdo entre ambos sectores? Lo primero a considerar, es que se debe aceptar la verdad de cualquiera sea la fuente que venga. En ese sentido, no debemos intentar acomodar la Torá para hacerla calzar con el registro histórico, ni viceversa. Segundo, una de las objeciones contra la cronología secular surge de un concepto a veces malentendido: la “fe en los sabios”, uno de los cuarenta y ocho rasgos por los cuales se adquiere la Torá según la Mishná. Dado que, ningún ser humano está exento de equivocarse, no se refiere a infalibilidad de los sabios. Dice el Talmud Yerushalmi: “Podemos pensar que si te dicen que la derecha es izquierda y la izquierda es derecha, debes seguirlos...Deberían decirte que la derecha es la derecha y la izquierda es la izquierda". [Yerushalmi Horayot 1:1]. Según el Rabino Yehudá Ashkenazí, se refiere a creer que sus palabras y juicios, aunque erróneos tal vez, no son al azar. Por ende, si uno piensa que es necesario rechazar una idea, ésta debe ser analizada y argumentar con humildad. Tercero, la base de la autoridad rabínica se encuentra en la Torá escrita, en Dt. 17:11. Sin embargo, al leer en contexto ese y otros pasajes, podemos ver que se refiere a asuntos legales y no a otras áreas del conocimiento como Astronomía, Medicina e Historia. De ahí que, las


afirmaciones que tengan relación con esos campos del saber, deben ser entendidas en su sentido ético o moral, pero no como guías indiscutibles. Si no se hace así, podríamos desechar erróneamente la información aportada por fuentes seculares sin analizarlas con honestidad e imparcialidad en nombre de dogmas personales. *En memoria de mi abuela materna Carmen, hija de Manuel y Otilia, fallecida recientemente”.

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